¡Puerto Rico de mis amores!
Ayer empaqué mi maleta llenándola de cosas vagas y me vine más al sur. Decidí viajar a Puerto Rico porque me intriga la lucha de los pueblos que -como el mío- han desafiado desde antaño a sus colonos. La isla es magia pura y su Mar Atlántico la hace aún más viva. Su gente es cálida y en cada uno de ellos reconozco a un hermano mío.
A lo lejos, creo poder escuchar a Noel Estrada cantando su emblemático “En mi Viejo San Juan”, cuando en plena Segunda Guerra Mundial, los soldados boricuas se refugiaban en el himno justo cuando más añoraban la patria. Creo también ver hablar dos orgullosos independentistas.
Por un momento pienso que estoy en mi amado Caribe, descalza, libre, feliz. Es la bella Isla del Encanto.